Reflexión educativa: "La #Educación debe..."

Bien, lo primero, 
¿Qué es para mí la educación?

Es un medio a través del cual conseguimos desarrollar al máximo el potencial de las personas, así como darles herramientas de convivencia y de pertenencia a la sociedad.


¿Quiénes creo que son los responsables de la Educación?

En mi opinión, son tres. La propia sociedad, la familia, y los profesionales de la Educación.
Por tanto, la mayor responsabilidad del cambio recae en las personas, y no en las leyes educativas.


¿Qué dificultades nos encontramos?

Una sociedad con unos ideales deshumanizados, donde el capitalismo, la jerarquización de status, y los prejuicios hacia la diversidad, reordenan la escala de valores de las personas.

La delegación familiar.
Se está obviando el papel educador fundamental e inicial de la familia, delegando en la escuela la mayor parte de la responsabilidad. Se está perdiendo en parte el sentido del núcleo familiar, donde las personas son educadas en sus costumbres y valores, delegando en los medios y las redes sociales esa tarea. Aparecen las llamadas "familias ausentes", que compensan carencias emocionales con exceso de permisividad o sustitutos materiales.

Las exigencias a los "profesionales" de la educación.
Se dice que existen profesionales de la educación, que a pesar de haber elegido libre y vocacionalmente esta profesión, no son conscientes de la necesidad de cambio y de adaptación continua que requiere. 
Se dice que existen profesionales acomodados en costumbres didácticas ancestrales, incapaces de salir de su zona de confort, y que bajo el legado de sus años de experiencia, intentan contagiar a los nóveles, su comodidad y seguridad en metodologías arcaicas, para evitar el "cambio educativo". 
Se dice que hay profesionales que se han dedicado a la enseñanza porque no pudieron acceder a la carrera que anhelaban, e incluso algunos, pensando en las "deseadas" vacaciones del sector.

En mi opinión, hay muchísimos profesionales deseando cambiar la educación, deseando adaptarse a la nueva manera en la que aprenden nuestr@s alumn@s, deseando dejarse la piel por atender las necesidades “especiales” de cada individuo. 
Saben que existe una evolución natural tanto de la sociedad como de las nuevas generaciones, que precisa de una revisión metodológica adecuada. 
Existen muchos de los buenos profesionales que exige la sociedad, que a pesar de las dificultades, no buscan excusas, y siguen luchando. 
Tenemos claro, que lo más importante, lo que da sentido a lo que hacemos, son l@s alumn@s.


La formación, los contenidos y el currículo
Es muy triste escuchar que tenemos contenidos del siglo XIX, docentes del siglo XX y alumn@s del siglo XXI.
Como he dicho anteriormente, generación tras generación, las personas aprenden de forma diferente, y por tanto es necesario enseñar de forma diferente. 
Pero para enseñar de forma diferente, hay que reciclarse. Si no hay formación del profesorado suficiente y adecuada, no podemos esperar grandes cambios.
A esto le añadimos que los contenidos que deben aprender l@s alumn@s son idénticos a los de sus padres.
Y por si fuera poco, la legislación consigue obsesionarnos con el objetivo de "aprobar" en vez de "aprender", con la evaluación y la estandarización, en vez de la diversidad y el proceso metodológico.


Entonces, ¿Cómo creo que debe ser la educación?

La educación debe centrarse en el alumno. Atender a la diversidad real existente, evitando estandarizar o clasificar personas. Todos somos “buenos” en algo, sólo hay que encontrarlo. No podemos permitir que el sistema educativo sea el “juez” que decida entre personas que valen y personas que no. Hay que utilizar la evaluación para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje, para saber dónde y cómo acompañar.

La educación debe ser responsabilidad de todos, delegando lo profesional a los profesionales; los docentes. Contribuir a su formación continua. Cuidar y potenciar su ilusión, su pasión, su vocación. 

La educación es un objetivo común, no puede depender de ideologías.

La educación debe adaptarse a los tiempos, y estar en continua evolución. Si las personas cambian la manera en la que aprenden, es clave cambiar la manera en la que se enseña. Los contenidos, la metodología, los espacios, y los roles educativos, no pueden ser los mismos, si la forma de aprender es distinta. Conocer cómo funciona y cómo evoluciona el cerebro, es fundamental para saber cómo se aprende.

La educación debe centrarse en el "cómo" y no en el "qué". Las TIC nos permiten acceder fácilmente al “qué”, por lo que la prioridad es enseñar el “cómo”. Utilizar herramientas y estrategias para resolver problemas. Saber hacer. Aprender haciendo. Dejar a un lado la especialización por asignaturas, para dar paso a la inclusión de nuevas metodologías. 

La educación debe enseñar a pensar, estimulando en igual medida los diferentes tipos de pensamiento. Establecer relaciones, incorporar estrategias, ser crítico, asumir los errores como oportunidades de aprendizaje.

La educación debe favorecer el desarrollo de la creatividad, la curiosidad, el emprendimiento, las habilidades sociales y comunicativas.

La educación debe fomentar los valores, valores como la cooperación, la colaboración, el trabajo en equipo. Enseñar a "crear" y no sólo a "consumir", enseñar a gestionar emociones, enseñar a ponerse en el lugar de los demás y a aprender de ellos.


La educación debe tener como objetivo, emocionar a los estudiantes, conseguir en l@s alumn@s el deseo de aprender.



Y ¿qué podemos hacer?

¿No se te ocurre nada?
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2 comentarios:

Juan Pablo Sánchez del Moral dijo...

Me ha encantado.

Tienes toda la razón hay muchos educadores decididos a cambiar el mundo a través de sus alumnos.

Y enseñar a disfrutar aprendiendo, creciendo, luchando, trabajando, etc.

Gracias por compartir!!

Gorkaprofe dijo...

Gracias JuanPa!!
Un abrazote

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