La Presión de Parque; Desarrollo afectivo

Cuando mi hija Carlota tenía 14 meses, frecuentábamos el parque debajo de casa como es habitual cuando tienes hijas pequeñas.
Un día, al juntarme con otro padre, que veía cómo llevaba de las dos manicas a mi peque, me preguntó:

- ¿Todavía no anda?
A lo que yo respondí:
- No.
- Pues la mía con 10 meses ya andaba.
- Pues la mía no...

Esto era algo que no me preocupaba... pero reconozco que a mi mujer un poco sí.

A raíz de aquello, y haciendo analogías con temas similares, "inventé" el concepto "Presión de parque".
Un tema que siempre les comento a las familias en la reunión de principio de curso.

A diferencia de los niños, los adultos estamos continuamente "compitiendo", comparando a nuestras hijas e hijos con las de los demás.
No nos damos cuenta de que esto les afecta inconscientemente.

Las niñas y los niños van a andar, van a leer, van a patinar, ...
Lo importante no es lo rápido que lo consigan. Lo importante es cómo lo van consiguiendo.

La presión de los padres en estos aspectos, interfieren en la seguridad de sus hijos e hijas.
Sin darnos cuenta les estamos transmitiendo nuestra "competición" adulta, nuestra "envidia", nuestras "frustraciones".

Tu hija, tu hijo, tiene que sentirse querido por lo que es, y no por lo que te gustaría que fuera.

Su autoestima depende de cómo nosotros, madres y padres, acompañamos en esos procesos.

El niño tiene que desarrollarse en armonía. La educación emocional es clave.
 
Soy un defensor de que lo verdaderamente importante es el proceso.
La didáctica de las asignaturas, desgraciadamente, se centran en exceso en el resultado, en el contenido final. Pero el "qué" desarrollan nuestros alumnos a través de esos contenidos, y el cómo, son fundamentales. 
Desarrollar el pensamiento crítico, el razonamiento, la creatividad, y un largo etcétera, debe de estar por encima del "saber la lección de memoria" del siglo pasado.
Respetar el ritmo de cada uno es el primer paso.
Familias y docentes tenemos que aprender a acompañar.

Como suelo decir; "yo no enseño, son ellos los que aprenden. Simplemente ayudo a pensar"

Por cierto, Carlota ya anda en bici con dos ruedas... ¿y la tuya?


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sería estupendo que los padres fuéramos conscientes de esa competencia estúpida y sin razón. Bravo por el artículo

Anónimo dijo...

Coincido totalmente. La "presión de parque" tiende a entorpecer más que a ayudar a los niños en sus aprendizajes, además de las preocupaciones innecesarias que provoca en sus padres.
Un post muy interesante. Enhorabuena!

Nancy

Gorkaprofe dijo...

Gracias por vuestras palabras, Anónimo y Nancy!!!

Y gracias por leer y participar ;)
Un abrazo

Publicar un comentario

 
;